23 Sep 2019
4 min de lectura
Los beneficios de la fermentación

Las bacterias amigables del yogur pueden ayudar a mejorar la salud

producto lacteo fermentado bacteria microbiota
Related posts
Ver más
Nuestras herramientas
Tabla de contenidos
Tabla de contenidos

Dese una vuelta por cualquier supermercado uno de estos días y verá una gran cantidad de probióticos, es decir, alimentos que contienen microbios vivos (incluidas bacterias “amigables”). Estas bacterias están presentes de forma natural o se añaden a los alimentos para mejorar el equilibrio y la función de los microorganismos propios que habitan en nuestro intestino.

La evidencia científica apunta hacia el papel cada vez mayor de los alimentos probióticos como promotores de la salud; sin embargo, estos beneficios dependen del tipo de probiótico y de las diferencias entre las bacterias intestinales de cada persona.

Los productos lácteos fermentados, como los yogures, resultan muy prometedores. Según este último estudio, los beneficios para la salud de la ingestión regular de yogur se empiezan a manifestar en seguida, al cabo de un mes. Al parecer, el consumo de productos lácteos fermentados fomenta cambios en la composición microbiana intestinal que se asocian con una mejora de los marcadores inflamatorios, hormonales y cardíacos.

El yogur potencia las bacterias amigables

Los autores invitaron a 150 adultos voluntarios sanos a tomar, dos veces al día durante 30 días, un yogur con el probiótico Bifidobacterium animalis subsp. lactis BB-12. Durante el primero y el último día del estudio se recogieron los datos médicos y muestras de heces.

Los resultados revelaron un aumento de las bacterias intestinales potencialmente beneficiosas al final del estudio, en particular Bifidobacterium y también Adlercreutzia equolifaciens y Slackia isoflavoniconvertens. Este aumento se acompañó de una mayor capacidad para asimilar la lactosa y producir aminoácidos, las unidades elementales de las proteínas.

Además, se redujo la posibilidad de que se produjeran lipopolisacáridos, lo cual denota un menor riesgo de inflamación intestinal.

Es posible que, en el futuro, la elección de los probióticos se adapte a sus necesidades

El análisis reveló que los cambios en la composición microbiana del intestino de los voluntarios al final del estudio dependían de la composición microbiana inicial. Así pues, cabe la posibilidad de que, si se determina la composición microbiana del intestino de una persona, se logren identificar los probióticos más idóneos para ella, señalan los autores.

“Los cambios significativos en la taxonomía y la función de los microbios intestinales indican que el consumo de [producto lácteo fermentado] durante un solo mes promueve un efecto positivo general en el intestino humano y posiblemente en la fisiología global del huésped”. – Volokh O, y cols., 2019

En respaldo de las bacterias beneficiosas

Los resultados del estudio corroboran los beneficios para la salud de Bifidobacteria, que, como se sabe desde hace mucho tiempo, son bacterias beneficiosas residentes en el intestino humano. Estas bacterias desempeñan un papel importante en la producción de vitaminas y ayudan al organismo a combatir las infecciones. El uso de bifidobacterias como probióticos mejora, como ya se ha demostrado, diversos problemas de salud, por ejemplo ciertos tipos de diarrea, eccema y otros trastornos alérgicos.

“…los resultados indican que el consumo de producto lácteo fermentado puede surtir un efecto polivalente sobre la microbiota intestinal humana al fomentar cambios en las especies de la microbiota que conllevan un impacto positivo en los biomarcadores habituales de la función inflamatoria, hormonal y cardiovascular”. – Volokh O y cols., 2019

¿Beneficios hormonales, cardíacos y anticancerosos?

El aumento de Adlercreutzia equolifaciens y Slackia isoflavoniconvertens podría revestir importancia, ya que estas bacterias intervienen en la regulación de un grupo de sustancias biológicas activas, las isoflavonas, por el organismo.

La mayor parte de las isoflavonas provienen de las legumbres, en particular de la soja, que contiene dos isoflavonas (genisteína y daidzeína) que actúan como fitoestrógenos; su ingestión se ha asociado con una mejora de la función reproductora y con un menor riesgo de cáncer de mama en las mujeres.

Adlercreutzia y Slackia convierten una de las isoflavonas en otra sustancia, el equol, que,  aparte de actividad anticancerosa, posee efectos potencialmente beneficiosos sobre las funciones hormonal y cardiovascular.

Los autores concluyen que el aumento de Adlercreutzia y Slackia tras la ingestión de yogur probiótico mejora la capacidad del intestino humano para responder a una dieta rica en isoflavonas, incluidos los productos de soja. Según ellos, estas consideraciones podrían ayudar al diseño de alimentos y dietas.

Para más información, consulte el artículo original.
Fuente: Volokh O, Klimenko N, Berezhnaya Y, et al. Human gut microbiome response induced by fermented dairy product intake in healthy volunteers. Nutrients 2019;11(3).