Prepárate para que la nueva palabra de moda se haga un hueco en tu vocabulario: “Planeterránea”. Tampoco cuesta tanto pronunciarla cuando la repites unas cuantas veces, pero ¿qué significa? Es un tipo de dieta similar a la dieta mediterránea (DM) pero que no tiene por qué limitarse al Mediterráneo.
El término lo ha acuñado un grupo de expertos de la UNESCO que ha asumido el reto de averiguar cómo extender los beneficios medioambientales y de salud de la DM a personas de todo el mundo.
El grupo de expertos considera que, vivas donde vivas, puedes disfrutar de los beneficios nutricionales y de salud que aporta la DM, pero con alimentos de producción local (1).
La mayoría de los hábitos alimentarios actuales se pueden mejorar
En realidad, la mayoría de las personas que viven en zonas urbanas siguen una dieta de mala calidad y poco variada, y la mayor parte de su aporte de energía procede de alimentos con un índice glucémico elevado (como arroz blanco y patatas) y alimentos ultraprocesados grasos y con mucho azúcar (comida precocinada, bebidas azucaradas, patatas fritas, etc.). Se sabe que estos hábitos alimentarios tienen efectos nocivos sobre la salud y conducen a la obesidad y otras enfermedades a largo plazo.
¿Qué tiene de bueno la dieta mediterránea?
En cambio, también se sabe que una dieta variada y con muchos vegetales es buena tanto para nuestra salud como para el planeta (2). Así es la DM: es muy nutritiva, se usa aceite de oliva como fuente de grasas insaturadas, y también incluye frutos secos, legumbres, verduras, cereales integrales, fruta y cantidades moderadas de pescado, lácteos, carne y vino tinto.
Muchos datos señalan que la DM proporciona numerosos beneficios para la salud gracias a su perfil nutricional, entre los que se cuentan la menor prevalencia de enfermedades cardiovasculares y de cáncer. Es un modelo de dieta sostenible porque incluye alimentos de producción local, cosa que limita el impacto en los recursos medioambientales y la biodiversidad y al mismo tiempo forma parte de la cultura local (3, 4).
¿Cómo pueden extenderse los beneficios de la DM a escala global?
Ahora, el reto es trasladar los beneficios de la DM a los países no mediterráneos.
Por eso, se le ha encomendado a la Cátedra de la UNESCO de Salud, Educación y Desarrollo Sostenible la tarea de averiguar si es posible impulsar un modelo de alimentación sostenible y saludable en todo el mundo partiendo de las propiedades nutricionales de la DM, pero con alimentos de producción local. El nuevo modelo de dieta «planeterránea» debe respetar los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por las Naciones Unidas.
Lo bueno es que, según el grupo de la UNESCO, en todas las partes del mundo hay frutas, verduras, legumbres, cereales y fuentes de grasas insaturadas que ofrecen beneficios nutricionales similares a los de la DM.
Así que, vivas donde vivas, tienes que poder elegir una alimentación que tenga beneficios para tu salud similares a los de la DM.
Los autores del artículo señalan los ejemplos de alimentos que destacan en las diferentes regiones, países o continentes:
- América Latina: el aguacate, la papaya, el plátano verde y las bayas de huasaí son buenas fuentes de ácidos grasos monoinsaturados y micronutrientes.La quinoa, rica en proteínas, aporta aminoácidos esenciales y es baja en grasa.
- África central: los cereales como la tapioca o la mandioca pueden ser una buena fuente de ácidos grasos de cadena corta.
- Canadá: el aceite de colza y las nueces de pecán contienen ácidos grasos monoinsaturados y fitoesteroles, y reducen el colesterol malo.
- Asia: las semillas de sésamo y la soja contienen compuestos bioactivos y antioxidantes buenos para reducir la hipertensión, el estrés oxidativo, la resistencia a la insulina y los marcadores inflamatorios.
- Australia: las nueces de macadamia, las ciruelas de Davidson, la pimienta de Tasmania, el dedo de lima y el tomate en arbusto son ricos en flavonoides, vitaminas y minerales y tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
- Otros países: las algas marinas como el wakame y la espirulina contienen polisacáridos complejos, minerales, proteínas y vitaminas con propiedades anticancerosas, antivíricas, antioxidantes y antidiabéticas.
Según la Cátedra de la UNESCO de Salud, Educación y Desarrollo Sostenible, con los alimentos disponibles en cada parte del mundo es posible diseñar «pirámides nutricionales» que ofrezcan los mismos beneficios para la salud que la DM y con su mismo impacto medioambiental bajo.
El grupo de la UNESCO espera que el modelo planeterráneo acabe contribuyendo a que todos los países generen patrones alimentarios más sostenibles entre su población basándose en alimentos tradicionales y locales.
«…en todos los lugares del mundo es posible identificar frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y fuentes de grasas insaturadas que tengan valores nutricionales y características similares a los que aportan los alimentos típicos de la DM, y que seguramente también proporcionen beneficios de salud similares a las poblaciones que viven lejos de la zona mediterránea». – Colao A. et al, 2022.
La Cátedra de la UNESCO de Salud, Educación y Desarrollo Sostenible está buscando personas que puedan colaborar en su programa de investigación de la dieta planeterránea, procedentes de cualquier parte del mundo. El programa se pondrá en marcha a través de una plataforma específica de la Cátedra de la UNESCO y se llamará «planeterráneo».
Dieta planeterránea o dieta local diversificada…
En otras publicaciones se ha definido un enfoque muy similar con el término de «dieta local diversificada» que es una dieta flexivegetariana específica según la región que incluye fundamentalmente alimentos de temporada y de origen local (2).
Para más información: