Los cultivos vivos de yogur tienen propiedades que facilitan la digestión de la lactosa.
La mala digestión de la lactosa es frecuente en los adultos
La lactosa es un azúcar natural presente en la leche y enotros productos lácteos. En el intestino delgado, la enzima lactasa la puede descomponer en glucosa y galactosa, dos azúcares más sencillos que se absorben con facilidad para pasar al torrente sanguíneo.
- Después del destete, nuestra capacidad para digerir la lactosa se ve mermada al disminuir nuestra producción de lactasa. La dificultad para digerir la lactosa debido a esta reducción normal de la producción o la actividad de la lactasa se conoce como dispepsia o mala digestión de la lactosa.
- La lactosa no digerida que llega hasta el colon es descompuesta por la microbiota residente, lo que genera ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y gases. En la mayoría de las personas, esta dispepsia no produce ningún síntoma apreciable.
- Cuando la mala digestión de la lactosa da lugar a síntomas como distensión abdominal, calambres, diarrea y flatulencias, se le llama intolerancia a la lactosa.
- El autodiagnóstico de la intolerancia a la lactosa es frecuente, pero a menudo es incorrecto, ya que, en realidad, muy pocas personas tienen una confirmación clínica de intolerancia a la lactosa.
Las personas con intolerancia a la lactosa podrían tomar cantidades moderadas de lácteos sin sufrir síntomas considerables
Los productos lácteos están ampliamente reconocidos como parte importante de una alimentación saludable, puesto que son fuente de múltiples nutrimentos. Los lácteos representan una fuente especialmente importante de calcio, cuya ingesta diaria recomendada es difícil de alcanzar con una dieta sin lácteos y sin tomar suplementos.
Por eso, es fundamental que los productos lácteos formen parte de la alimentación de todas las personas, incluidas las que padecen mala digestión o intolerancia a la lactosa.
Por lo general, las personas con intolerancia a la lactosa o mala digestión de la lactosa pueden tolerar, sin síntomas o con síntomas leves, hasta 12 g de lactosa (equivalente aproximadamente a un vaso de leche o a 240 g de yogur natural), sobre todo, cuando se consumen como parte de una comida.
Algunos datos indican que se puede tolerar una ingesta diaria de 24 g de lactosa si se distribuyen a lo largo del día y se consumen con otros alimentos.
Los distintos productos lácteos contienen diferentes cantidades de lactosa, por lo que la cantidad de lactosa ingerida depende del tipo y la cantidad de productos lácteos consumidos. En concreto, hay una cantidad reducida de lactosa presente en el yogur que contiene los dos cultivos de bacterias activas: L. delbrueckii subesp. bulgaricus y S. thermophilus.
El yogur puede facilitar la digestión de la lactosa
Las bacterias vivas L. delbrueckii subesp. bulgaricus y S. thermophilus producen lactasa, que descompone parte de la lactosa presente en el yogur.
- Las bacterias sobreviven a su paso por el tubo gastrointestinal y la lactasa bacteriana contribuye a la digestión de la lactosa en el intestino delgado.
- A diferencia de la leche, el estado semisólido del yogur favorece la digestión de la lactosa al ralentizar su tránsito por el tubo gastrointestinal.
«Las autoridades sanitarias recomiendan el consumo de yogur como parte de una dieta saludable y equilibrada, incluso para las personas con mala digestión de la lactosa o intolerancia a la lactosa. Es más, el yogur que contiene cultivos activos vivos podría mejorar la digestión de la lactosa y reducir los síntomas de intolerancia en las personas con mala digestión de la lactosa.» – Prof. Bob Hutkins
Se ha demostrado en diversos estudios que el yogur que contiene cultivos activos vivos podría mejorar notablemente la digestión de la lactosa y reducir los síntomas de intolerancia en las personas con mala digestión de la lactosa.
Las autoridades sanitarias recomiendan el yogur para las personas con mala digestión de la lactosa
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha aprobado la declaración de propiedades saludables relativa a la mejora aportada por el yogur en la digestión de la lactosa.
- Las conclusiones de la EFSA se basaron en 13 estudios, en los que se demuestra que el consumo de los cultivos vivos de yogur mejoró la digestión de la lactosa presente en el yogur en las personas con mala digestión de la lactosa.
- Para poder acogerse a esta declaración, el yogur debe contener como mínimo 108 UFC de bacterias iniciadoras vivas (L. bulgaricus y S. thermophilus) por gramo de yogur, por lo que el yogur fresco es el más efectivo. El yogur ultrapasteurizado (UHT) o el yogur etiquetado como «de larga duración» ha sido tratado térmicamente y ese proceso elimina las bacterias beneficiosas.
Varias organizaciones médicas recomiendan que las personas con mala digestión de la lactosa —incluidas las que padecen intolerancia a la lactosa— consuman yogur
como parte de una dieta equilibrada.
«Las bacterias vivas sobreviven a su paso por el tubo gastrointestinal. La lactasa que producen descompone parte de la lactosa del yogur y esto permite a quienes padecen mala digestión de la lactosa o intolerancia a ella obtener los beneficios nutricionales del yogur y también de otros productos lácteos.»—Prof. Naïma Lahbabi-Amrani
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